Ene
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Con gran acierto ha diseñado nuestro Consistorio las Jornadas sobre cocina alfonsí, en honor del egregio y regio fundador de esta noble y leal ciudad el Rey Alfonso X “El sabio”. El acierto es doble, porque no sólo permite impulsar en esta época de crisis la afluencia de forasteros, que con gusto y asombro recorren las calles de nuestra sosegada ciudad, sino que suponen un magnífico estículo para el comercio local y para la intendencia alimentaria, sobre todo de quienes se ocupan de suministrar en nuestra ciudad, y para tal fin, todos los suculentos manjares con los que se elaboran los platos que distinguen esta peculiar cocina alfonsina. Las fórmulas y recetas de esa época son de todo punto desconocidas, como ha manifestado el Cronista oficial de la ciudad Sr. D. Manuel López Camarena:
pero tal desconocimiento no importa si ello permite tener entretenidos a los proveedores y cocinillas de nuestra ciudad.

Es secreto poco conocido que la cocina ciudadrealeña, y el habitual alimento de sus vecinos, tiene su origen en las ideas del Rey Sabio. E igual que dio a la Historia ese magna obra que son las Siete partidas, así, es sabido, que, tras fundar nuestra protociudad (Villa Real), escribió la poco o nada conocida obra Los Siete zancarrones, en la que recogió la rica despensa local y la sabiduría de su cocina.

Por estas razones, y por el acierto extraordinario de nuestro Consistorio no terminamos de entender a qué esas malhadadas críticas realizadas por nuestro Cronista oficial, quien debiera ser defensor a ultranza de esta iniciativa, se acomode o no a la realidad histórica. Y es que el Sr. López Camarena, en varios medios de difusión ha cuestionado el rigor de esta iniciativa:
Pretende el Cronista, con estas declaraciones, saber más que nuestros ediles municipales o que los cocineros locales. Y es que en todo momento es menester defender a ultranza las siempre oportunas y convenientes ocurrencias de nuestros ediles, más que el rigor cientíco e histórico. Si los platos presentados en estas Jornadas incorporan patatas, aún antes de que éstas llegaran del Nuevo Mundo, por algo será, y quizás sea momento de revisar la Historia. No pretendan los cronistas y cronicones cuestionar o saber más que nuestros políticos. La Historia ha de ser lo que convenga en cada caso, y más cuando de ello depende la promoción del comercio local.
¡¡Enhorabuena a todos!!
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