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octubre 8, 2009 | 2 comentario
Si hace unos días traíamos a este boletín la feliz noticia de la entrega de llaves realizada por nuestra Corregidora a los estratos más depauperados de nuestra localidad, el Gobierno Regionalista no ha querido ser menos y así ha inventado una estrategia que tiene como único fin denostar los actos de nuestro equipo municipal. En este caso el regalo consiste en una suerte de máquinas electrónicas a los infantes escolares para, supuestamente, mejorar sus instrucción.
Ignora el gobernador regional, Sr. Barreda, que la única instrucción eficaz es la que pasa por aprender de forma castrense, y sin tanto aditamento moderno, la moral y los valores eternos de nuestra nación y ciudad. Los niños deben aprender de la forma habitual la lista de Reyes Godos y los nacimientos y desembocaduras de nuestras principales vías fluviales, así como los cabos y golfos que circunrodean nuestro heroico litoral. Y debe hacerse, como decimos, con disciplina e instrucción, con sudor, lágrimas y sangre, sin que por ello se pierda un ápice de orden social. Todo lo contrario. Estas eternas técnicas y procedimientos son los únicos capaces de devolvernos jóvenes moldeados a la imagen y semejanza de esos grandes próceres de la vida pública española y local.
Nuestro Ayuntamiento debiera amotinarse ante esta estrategia técnica y liberal, e impedir que esas máquinas sean entregadas a nuestros inocentes jóvenes. En su lugar proponemos recuperar los verbajos que tan prácticos y eficaces han sido en épocas recientes. Es la única manera de que nuestros jóvenes aprendan algo, y déjense de tanto pito y de tanta flauta moderna.
En la imagen superior vemos al Gobernador Regional haciendo gala de la entrega de neomáquinas a los jóvenes.
El mismo Gobernador Regional en una visita a la capital jugando a la pídola con unos inocentes niños.
En la imagen inferior presentamos un verbajo o fusta que proponemos como eficaz instrumento de aprendizaje
Comments
2 cartas al director hasta ahora
¿Y para cuándo las clases separadas por sexos?
¿Para cuándo las escuelas con dos puertas de entrada y con dos uniformes diferentes, para los de pago y para los que no pagan?
Esto sí que es importante.
La fusta puede ayudar a corregir, bien al alumno, bien a los progenitores. Y ya de paso al docente, para el caso de desviaciones pedagógicas.
Pero, hecho el gasto, propongo usar los susodichos engendros de alguna forma productiva. Por ejemplo:
El cable de alimentación de corriente quizás podría servir como sustitutivo notable del taurino vergajo, siendo además útil para inmovilizar a los más díscolos.
Desgraciadamente, y habiendo sido abolida la pena de muerte, no me atrevo a ahondar en usos alternativos.
Finalmente, apiladas las máquinas convenientemente y sujetas por los brazos en cruz del pillastre, sacaremos del olvido un viejo recurso docente.
Como pueden ver basta un poco de esfuerzo e imaginación para resolver este tipo de contrariedades.
Un saludo.